lunes, 16 de mayo de 2016

El sistema nervioso de la mosca de la fruta... inspiración de las redes Wi-Fi

(Drosophila melanogaster) podría ayudar a mejorar el diseño de las redes inalámbricas, según sugiere un estudio de la Universidad de Carnegie Mellon en Pittsburgh (Estados Unidos) que ha publicado la revista Science. Los investigadores se han inspirado en la forma en la que este insecto organiza sus diminutas estructuras similares a los pelos para sentir y escuchar el mundo.



En concreto, las células del sistema nervioso de la mosca se organizan para que un pequeño número de ellas funcionen como líderes para proporcionar conexiones directas con distintas células nerviosas. La mosca utiliza diminutos "bigotes" para detectar el mundo exterior. Cada "bigote" se desarrolla a partir de una célula nerviosa, llamada precursor del órgano sensorial (POS), que conecta con células nerviosas cercanas, pero que no con otros POS. Los investigadores han desarrollado la misma clase de esquema para redes informáticas, utilizando la información sobre las moscas de la fruta para diseñar un algoritmo informático distribuido y han descubierto  que tiene cualidades que lo hacen particularmente adaptable a las redes en las que el número y posición de los nodos (un punto de intersección, conexión o unión de varios elementos que confluyen en el mismo lugar) no está completamente establecido. Entre estas redes se incluyen los sensores sin cables, como los del control ambiental, o sistemas para el control de grupos de robots.

 Noticia aportada y redactada por Miriam Ávila (1ºbach - ByG - IES Alto Guadiana)

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